En octubre del 2004, con Gemma estabamos decidiendo que lugar visitar y despues de varias idas y venidas nos decidimos por Amsterdam, una ciudad que nunca imagine que podria llegar a sorprenderme tanto….
Amsterdam (significa Dique del Amstel), capital constitucional de Holanda, es una ciudad increible y encantadora, muy colorida y con una arquitectura genial que se aprecia en la fachada de cualquiera de sus casas. Es una gran ciudad con la amabilidad y las facilidades de un pequeño pueblo. La gente es muy amable y muy predispuesta a ayudar ante cualquier pregunta, y la belleza de sus calles se aprecia casi desde cualquier esquina.
Integrada por muchos canales, con puentes levadizos que parecen de juguete, millones de bicicletas (que tienen prioridad por sobre todo, o al menos quien va en ellas eso cree!!), tranvias, casas flotantes y barcazas, museos varios, su zona roja, el mercado de flores y los coffeshops, le dan una singularidad y una belleza que muy pocas ciudades pueden ofrecer.
Caminando sus calles se encuentra gente de todo tipo y cada uno va a su aire. Es una ciudad abierta y tolerante.
La mayoria prefiere la bicicleta al coche, y hay desde bicicletas con accesorios para llevar a un bebe hasta biciletas-taxi. Sin lugar a dudas moverse en coche por esta ciudad es muy complicado y una gran perdida de tiempo.
En lo que a atracciones se refiere destacan el museo de Van Gogh y el Rijksmuseum, el museo de la Heineken (un ejemplo de lo que significa hacer marketing), la casa de Ana Frank y el Palacio Real.
Hay muchos posibles circuitos a seguir, pero yo recomiendo este: partir sin rumbo y perderse por sus callecitas…
Nosotros estuvimos 3 dias y 3 noches y la verdad es que fue el tiempo justo para recorrerlo casi todo aunque al final te dan ganas de quedarte a vivir ahi!!. Seguramente sea muy dificil encontrar ciudades tan encantadoras como Amsterdam.
